En la mayor parte de la vida los malos resultados del presente son a causa de las malas experiencias en el pasado, por tal razón es importante comenzar con esa vivencia matemática desde el hogar para que vayamos creciendo juntos en esta rama.
Vivir las matemáticas consiste en fijar la atención de los hijos en la relación espacial de los objetos, sus propiedades geométricas, líneas, superficies, distancias, tamaños... Las matemáticas forman parte del orden lógico del pensamiento y para enseñar matemáticas lo más importante para motivar a los niños hacia los números es que vean su utilidad.
El juego tiene un papel fundamental para ensañar el sentido práctico que tienen las matemáticas en la vida real. Utlizando elementos caseros de los que fácilmente podemos tener en casa les transmiteremos más fácilmente esa cercanía necesaria que necesitan las matemáticas para ser interiorizadas en el pensamiento infantil.
Juegos que puedes utilizar desde el hogar:
1. Pinzas de la ropa. De 2 a 3 años. A los más pequeños de dos o tres años les daremos una cubeta con pinzas y dejaremos que jueguen libremente con ellas. Les podemos ir haciendo preguntas para que reflexionen sobre las cualidades perceptibles, como el color, medida, textura, forma. ¿En qué cubeta has puesto las pinzas amarillas? ¿En qué cubeta has puesto las pinzas de madera? ¿Puedo poner esta pinza (madera) con las de plástico? ¿Por qué?
2. Pinzas de la ropa. De 4 a 5 años. Cuando son más mayores, con cuatro o cinco años, podemos realizar más actividades. Después de jugar libremente con las pinzas, los niños harán ordenaciones o construcciones con ellas, de manera que establezcan relaciones cuantitativas y cualitativas. Les preguntaremos: ¿Qué pinzas has puesto en esta cubeta? ¿Y en la otra? ¿Puede ir esta pinza en otra cubeta? ¿Por qué? Si han hecho figuras geométricas con las pinzas, podemos sugerir que la hagan más grande o que la conviertan en otras, dependiendo de la edad.
3. Pinzas de la ropa. De 5 a 7 años. Ofreceremos al niño todas las pinzas y una bandeja. El niño realizará series cada vez más complejas de hileras de pinzas, etc. Para reflexionar sobre las medidas de longitud, le preguntaremos: ¿Qué hilera de pinzas es más larga? ¿Y la más corta? ¿Cuántas pinzas tiene cada una? ¿Cuántas pinzas tiene más la larga que la corta? Las series también pueden realizarse enganchando las pinzas en el borde de la bandeja o en una cuerda colgada, lo que favorece la habilidad manual de la pinza (pulgar, índice) tan necesaria para coger bien el lápiz y otros utensilios.
4. Llaves de colores. Con niños de cinco a ocho años, podemos realizar una actividad de numeración. Con dos a más niños, se pondrán 20 llaves blancas en el suelo y se jugará con un dado. Tirarán el dado, y cada chico cogerá tantas llaves blancas como puntos salgan. Cuando se acaben las llaves, ganará quien tenga más. Se puede complicar usando más llaves y dos dados, para que sumen. Otra dificultad consistiría en añadir llaves amarillas, que valdrían por dos blancas. También se puede intentar que resten calculando por cuantos puntos ganan a los demás.
5. El dominó. Las fichas del dominó nos servirán para varios juegos divertidos:
- Buscar las fichas que tenga un 5 y ponerlas dentro de una bandeja.
- Ordenar las fichas que tienen un 5 fijándose en el otro número.
- Poner en una bandeja las fichas que tienen 4 y en otras las que tienen 3. Las fichas que tienen el 3 y el 4 a la vez dejarlas en medio.
- Poner en una bandeja las fichas que suman 4 entre los dos números. ¿Cuántas son? Ordenarlas.
- Coger todas las fichas que tienen dos puntos más en un lado que en el otro.
+
No hay comentarios.:
Publicar un comentario